Le ví aparecer al fondo del parque,
lentamente paso a paso
como sin una dirección determinada.
Al pasar delante de mí
con ese paso cansino
y su mirada perdida,
apenas me fijé en él,
Aproximadamente en una hora
de nuevo pasó por delante de mí,
con el mismo paso
y con la misma mirada.
De repente giró la cabeza y me miró
con una mirada fugaz,
no le ví la cara.
Pasada aproximadamente otra hora
de nuevo apareció por el final del paseo,
sin cambiar el paso
y sin variar para nada su mirada.
Al pasar por delante de mí,
me miró fijamente
y al ver sus ojos, sentí un frió intenso
en mi espalda.
Ya no volvió a pasar,
pero aún hoy pasados ya varios días
recuerdo su figura,su andar cansino
su mirada perdida,
y sobre todo aquellos ojos de hielo
y sobre todo aquellos ojos de hielo
como de muerte.
mamuma
Hasta yo siento, el frío en la espalda.
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