
Alberto se bajó de su coche a la puerta del parque, entró en él y comenzó su paseo como hacía muchos días por la senda de gravilla.
Durante un tiempo solamente oía el ruido de sus pasos en la gravilla, de repente escuchó de fondo el sonido de otros pasos, se volvió y no había nadie detrás de él en la senda.
Pensó que tal vez se había equivocado.
Comenzó de nuevo a andar y otra vez solamente oía sus pasos en la gravilla, unos minutos después de nuevo escucho el ruido de otros pasos detrás de él, se volvió y tampoco vió a nadie en el camino.
Alberto comenzó a inquietarse, pero reanudó su marcha, y otra vez se repitió la misma secuencia, al principio solamente escuchó sus pasos y de nuevo pasados unos minutos escuchó el sonido de otros pasos detrás de sí, comenzó a caminar más deprisa y los misteriosos pasos también aumentaron el ritmo, lleno de miedo se volvió deprisa y la escena se repitió,"No había nadie en la senda".
Alberto ya no pudo más y lleno de pánico comenzó a correr dirigiéndose a la salida del parque, escuchando el ruido de otra carrera detrás de sí.
Llegó a donde tenía aparcado sus coche, lo abrió, entró deprisa, lo encendió y salió acelerando a fondo.
Después de muchos minutos por fín se atrevió a mirar por el retrovisor y respiró profundamente al ver que ningún vehículo le seguía, mientras de su garganta salía un "Joder" ténue y entrecortado.
mamuma
Coño, que acojone
ResponderEliminarsaludos
Me stoy imaginando este escrito rproducido en un corto y seguro que quedaría estupendo.
ResponderEliminarEnhorabuena
Después de la peli que vi esta noche, tu entrada le viene al pelo.
ResponderEliminarEra lo que me faltaba para no haber dormido en toda la noche.....escuchar algo...
Besicos
Gracias a todos por vuestros comentarios.
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