Pablo, desde que había sido destinado a aquel pueblecito remoto
en la montaña, había oido en contadas ocasiones,
hablar de la muchacha de los lobos.
Incluso había hablado con varias
de las personas que sostenían que la muchacha existía,
y que se aparecía a veces en noches oscuras,
pero al preguntarles si ellos la habían visto,
la respuesta siempre era la misma:
" Yo, no ".
Durante meses, Pablo intentó dar con alguien
en el pueblecito que hubiese visto a la muchacha,
y al no conseguirlo olvidó el asunto.
Al regresar de las vacaciones de Navidades, que
había ido a pasar con sus padres a Orense,
se le hizo de noche y tenía que recorrer aquella
carretera estrecha que cruzaba varios bosques.
Ensimismado en la carretera, pensaba que por
culpa de sus hermanos, ahora tenía que conducir
en esa noche oscura y por aquella carretera
infernal.
De repente, al salir de una curva en herradura,
frenó en seco y se quedo petrificado al ver
en un pequeño alto del camino la muchacha
de los lobos,con una iluminación que no adivinaba de donde venía.
No supo el tiempo, que estuvo contemplando
a la muchacha acompañada de dos lobos
immensos.
De repente la muchacha desapareció,
pero Pablo continuó durante bastante
tiempo parado.
Luego cuando reacionó, continuó
el viaje hasta el pueblo.
Al día siguiente, mientras desayunaba,
un vecino le preguntó que tal las vacaciones
y el viaje de vuelta.
Pablo, contestó entre dientes " Muy bién",
pero no comentó absolutamente nada de la muchacha
de los lobos, ya que si nadie la había visto,
nadie creería, que el, sí la había visto, por mucho que lo
jurase.
mamuma