La mayor incertidumbre para hacer el camino francés, es saber
como se comportará mi tobillo izquierdo con tanto kilómetro.
A dicho tobillo hace más de 30 años en un accidente de tráfico
lo dejé hecho unos zorros.
Menos mal que en la chapísteria de la Clínica Tilve en La Coruña,
el doctor Tilve y su banda después de un concierto memorable.
con varios bises incluidos, de más de cuatro horas consiguieron utilizando,
agujas, remaches y varios tornillos rosca chapa, dejarlo como nuevo,

eso sí:"Feo de cojones".
Desde esa no me ha dado practicmente ninguna lata,
pero una cosa es caminar lo que caminaba hasta ahora
y otra el tute que le estoy dando y el que me queda por darle.
Pues este cabronazo el Martes por la tarde comenzó a darme la lata,
y al anochecer casi no podía apoyarme en él.
Tengo que indicar que me acosté un poco desesperanzado.
El Miercoles al levantarme a las 7,00 horas para llevar a cabo la caminata
del entrenamiento, la cosa pintaba jodida pues al apoyarlo me dolía
bastante.
Me calcé las "chirucas" e intenté caminar por casa pero la perspectiva
no era muy halagüeña, decidiendo por obligación abandonar la caminata.
Se me ocurrió hacer unos estiramientos de gemelos y coño
"que sorpresa el tobillo me dolía menos al apoyarlo, repetí varias veces
los ejercicios y el tobillo ya no me dolía.
Llevé a cabo la caminata del día: 10 kilómetros en dos horas,
sin que el tobillo dijese ni esta boca es mía.
Para que luego, algunos listos digan todavía:
"QUE AS MEIGAS NON EXISTEN"