Jonás, había estado todo el día muy intranquilo, mirando el reloj impulsivamente cada poco tiempo.
Estuvo trabajando todo el día, sin apenas fijarse en lo que hacía, solamente pendiente del reloj, que tenía
en la pared de enfrente..
No bajó a comer, ni a beber nada, en su hora y media de descanso.Estuvo impasible mirando el reloj.
La últimas dos horas a Jonás,se le hicieron interminables,
y hasta sentía unos pinchazos internos a cada saltito que
daba el segundero.
Por fín el reloj marcó la hora tan esperada,
salió de la oficina a toda prisa, sin despedirse de sus compañeros.
Llegó al parking en segundos, encendió el coche y salió del
parking, como si le persiguiese un fantasma.
Condujo sobre media hora, al mismo tiempo que comenzaba a anochecer, aparcó en la explanada
cercana a la playa, y hecho a correr hacía la playa
a la máxima velocidad que le era posible,entrando en
el agua y llegando con el tiempo justo para fundirde en un apasionado abrazo con su amor, mientras suspiraba:
" Por los pelos"